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Trump Regresa: El Futuro de México y Estados Unidos Pende de un Hilo

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El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025 marca un nuevo capítulo en la compleja relación bilateral entre México y Estados Unidos. Este hecho genera incertidumbre y debate, con opiniones polarizadas que oscilan entre el optimismo y el escepticismo. En este contexto, es crucial separar los mitos de las verdades y analizar las implicaciones económicas y políticas de este nuevo periodo presidencial.

 

Mito 1: “Trump buscará desmantelar el T-MEC”

Verdad: Aunque Trump ha criticado acuerdos comerciales en el pasado, durante su primer mandato (2017-2021) impulsó la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que dio lugar al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este acuerdo se mantuvo vigente y generó un crecimiento comercial entre los tres países, con un incremento del comercio trilateral del 6% anual entre 2020 y 2024.

 

En 2025, Trump probablemente mantendrá el T-MEC, pero podría presionar para ajustar cláusulas relacionadas con reglas de origen y aranceles en sectores clave como el automotriz y el agropecuario. Estas acciones buscan proteger empleos estadounidenses, pero podrían tensar las relaciones con México y Canadá.

 

Mito 2: “Las remesas disminuirán por restricciones migratorias”

Verdad: Durante su primer mandato, Trump implementó políticas migratorias estrictas. Sin embargo, estas no impidieron que las remesas de los migrantes mexicanos a su país alcanzaran cifras récord. En 2020, las remesas sumaron 40,600 millones de dólares, un aumento del 10% respecto a 2019. Para 2024, esta cifra superó los 60,000 millones de dólares, consolidándose como una fuente vital de ingresos para millones de familias mexicanas.

 

En 2025, es probable que las remesas se mantengan robustas, aunque podrían enfrentar retos derivados de posibles controles más estrictos en el sistema financiero y políticas antimigratorias más severas.

 

Mito 3: “La relación bilateral se definirá por el muro fronterizo”

Verdad: El muro fronterizo fue un tema emblema durante el primer mandato de Trump, pero su impacto real en la relación bilateral es limitado en comparación con temas económicos. De 2017 a 2021, se construyeron aproximadamente 727 kilómetros de barrera fronteriza, aunque no se financiaron con recursos mexicanos como había prometido Trump. Para 2025, la seguridad fronteriza seguirá siendo un tema central, pero las negociaciones bilaterales probablemente se centrarán en cuestiones comerciales y migratorias más amplias.

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Comparaciones clave entre mandatos

  • Comercio: Durante su primer mandato, el comercio entre México y Estados Unidos creció un 5% anual, alcanzando 661,000 millones de dólares en 2020. En 2024, esta cifra superó los 780,000 millones. Aunque Trump podría buscar renegociaciones, el comercio seguirá siendo un pilar de la relación.

  • Inversión extranjera: La inversión estadounidense en México alcanzó los 39,000 millones de dólares en 2024, un aumento del 12% respecto a 2020, impulsada por el nearshoring. Se espera que este fenómeno continúe creciendo en 2025.

  • Migración: En 2024, el número de migrantes mexicanos detenidos en la frontera sur de Estados Unidos disminuyó un 15% en comparación con 2020, pero el tema seguirá siendo un foco de tensión política.

 

Retos para el potencial binacional en 2025

  1. Fortalecimiento del T-MEC: La estabilidad del T-MEC depende de mantener un diálogo constante y abierto entre ambos países. En sectores como energía, es crucial garantizar un acceso equitativo al mercado para las empresas estadounidenses, mientras México asegura su soberanía energética. En manufactura, la integración de cadenas de suministro debe fortalecerse para enfrentar la competencia global, especialmente de Asia. Finalmente, la tecnología emergente, como la inteligencia artificial y el 5G, necesita regulaciones conjuntas que fomenten la innovación y la inversión.

  2. Cooperación en seguridad: La crisis del fentanilo representa un reto urgente. México y Estados Unidos deben implementar programas binacionales que incluyan no solo vigilancia y decomisos, sino también estrategias de prevención, tratamiento y educación en ambos países. Además, se requiere un compromiso compartido para combatir el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México, que alimenta la violencia en el país.

  3. Adaptación al cambio climático: Las sequías y los desastres naturales afectan ambos lados de la frontera. Proyectos conjuntos de infraestructura resiliente y el desarrollo de parques solares y eólicos en zonas fronterizas podrían transformar el panorama energético de la región. Además, iniciativas para compartir tecnologías de desalinización podrían aliviar la crisis hídrica.

  4. Políticas migratorias integrales: Es fundamental establecer programas que permitan a los trabajadores migrantes acceder a visas temporales de forma ágil y segura. Esto no solo reduciría la migración irregular, sino que también beneficiaría a sectores como la agricultura y la construcción en Estados Unidos. Asimismo, garantizar los derechos laborales de los migrantes y proporcionar acceso a educación y salud para sus familias fortalecería el vínculo entre ambos países.

Simpatizantes-de-Donald-Trump

El segundo mandato de Donald Trump trae consigo desafíos significativos para la relación bilateral entre México y Estados Unidos, pero también oportunidades. Bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, México tiene la posibilidad de fortalecer su posición regional y aprovechar esta coyuntura para colaborar estrechamente con Estados Unidos en diversas áreas clave. La capacidad de Sheinbaum para implementar políticas innovadoras y sostenibles podría ser el motor que impulse acuerdos binacionales más equilibrados.

 

La colaboración estratégica entre ambos gobiernos es fundamental para enfrentar la creciente competencia de las economías asiáticas, particularmente China, que busca expandir su influencia en América Latina. Proyectos conjuntos de infraestructura, tecnología e inversión en cadenas de suministro regionales pueden consolidar al bloque norteamericano como una fuerza económica competitiva. Además, trabajar juntos en iniciativas ambientales y energéticas fortalecerá la capacidad de ambos países para enfrentar los retos globales.

 

Para que esto sea posible, es esencial mantener un diálogo constante y respetuoso, basado en intereses compartidos y una visión de desarrollo sostenible a largo plazo. Separar los mitos de las verdades no solo permite entender mejor este panorama, sino también identificar áreas de oportunidad para construir una relación binacional más sólida y próspera.

 

Escrito por: Editorial

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